Capitulo 3 : Lo Suicidaron
Era una noche oscura y con neblina. No se miraba nada, solo 2 sombras y el susurro de sus voces. Por la ventana observaban a su víctima jugar videojuegos en la sala de su casa. Se asemejan a dos Majin Buus, uno alto y uno bajo. Uno más inteligente que el otro. Los dos con sobrepeso, pachoncitos.
“Le tocas la puerta, y en cuanto asome la cara, le pegas un vergazo y empujamos la puerta” dijo el Chaky, que tenía que voltear hacia arriba cada que hablaba con el Bimbo. .
Toc Toc* Sonó el metal de la cacha de la pistola cuando El Bimbo la usó para tocar la puerta.
La puerta se abrió unas 3 pulgadas y apenas alcanzó a asomarse Rodrigo, cuando El Bimbo le tumbó los dientes de enfrente con un vergazo y lograron meterse a la fuerza. Una vez adentro, a empujones y jalones lo hicieron que los lleve a su cuarto. La Mamá escuchó sonidos raros así que decidió ir a preguntarle a su hijo si todo se encontraba bien.
“¿Estás bien Rodrigo? Se escuchó como si te hubieras caído”, preguntó.
“Dile que no pasa nada o la matamos a la verga”, advirtió El Chaky, forzando a bajar el volumen de su voz.
“Si ama, todo bien, se me cayo algo nomas.”
“Ah, bueno, tienes hambre?”, replicó La Mamá, “¿quieres cenar?”.
“No amá, ya comí, duérmete si quieres... descansa.”
“Bueno ahorita apagas eso que dejaste prendido allá abajo, buenas noches” dijo su mamá mientras se iba a dormir.
Ya teniéndolo en el cuarto le amarraron las manos por enfrente y lo colgaron del closet. Después le amarraron las piernas a la altura de los tobillos. Mientras su mamá disfrutaba de un sueño profundo, Rodrigo pasaba por un riguroso interrogatorio en su recámara.
“Es tu culpa si gritas y la despiertas, por que si nos ve aquí,” amenazó El Chaky, “también nos la vamos a tener que llevar”.
“Ya we, no seas culero, neta que yo no agarre el jale”, insistió Rodrigo con sangre escurriendo de la boca, “el último que se quedó ahí fue el Mocos; yo termine mi turno y me vine a la casa.”
Engañar al Chaky no era fácil. Tenía desde los 13 años lidiando con drogadictos cristalones que suelen convertirse en mentirosos profesionales. Era demasiado analítico y desconfiado.
“El Mocos nos dijo lo mismo, ¿a quien le creemos, Bimbo?”
“Por mi matamos a los dos”, le contestó, “de todos modos no valen verga, aparte de rateros, se ponen uno al otro.”
“Neta que no vales verga”, le decía El Chaky a Rodrigo con tono de decepción, y le pegaba cachazos en las costillas mientras el Bimbo lo sujetaba y le tapaba la boca con un calcetín para que no se escucharan sus gritos ni escurriera la sangre del cachazo.
“El Mocos te arrimo pa’ con nosotros pa’ que te alivianaras, te pusieras a chambear y agarraras una feria, pero pinches crickos no mas no le ganan al vicio, les gana la loquera. ¡El Mocos no se robo esa madre por que el no lokea, pendejo! El pa’ que vergas se va quemar si le va bien con nosotros, ¡no seas pendejo! Ese wey abogó por tí para que no te mataramos, y tu echándole la culpa. ¡Vales pa’ pura verga!”, se quejaba El Chaky, al mismo tiempo que le puteaba las costillas. Parecía una mamá regañando a su hijo. Por cada sílaba, le soltaba un golpe en las costillas.
Cada vez que Rodrigo quería decir algo el Bimbo le quitaba el calcetín para dejarlo hablar.
“Tienes razón, la neta me ganó la loquera wey”, finalmente confesó Rodrigo. “Neta ocupo ayuda, perro, el vicio no me deja carnal; neta hazme el paro wey, no fue mi intención, neta el Mocos es compa no quise echarle la cul…”
“Ghadgfhhjgh”.
El Bimbo no dejó que terminara de hablar. Le colocó el brazo alrededor del cuello y empezó a ahorcarlo. Ya había confesado. Pero también ya había hecho varias y lo habían tratado de ayudar muchas veces. Siempre la cagaba.
Cuando Rodrigo dejó de respirar lo colgaron del closet de su cuarto en un mal intento de fingir un suicidio. En verdad, la intención original del Chaky no era esa, pero a última hora se había sentido mal por la Mamá. Por alguna bizarra razon, pensó que el dolor seria menos si La Mamá vivia con la creencia de que su hijo había muerto por suicidio y no por homicidio.
“No mames, todo verguiado, apoco crees que va parecer suicidio we, no seas mamon”, se burló El Bimbo.
El Chaky, camino hacia el cuerpo colgado de Rodrigo y con una mano lo jalo del pelo para levantarle la cara y con la otra le movía la boca haciendo como si estuviera hablando mientras él imitaba su voz sin ningún esfuerzo, sonaba más como una voz infantil.
“Por favor Bimbo, hazle caso a tu hermano, él es más inteligente que tu..” no terminó de bromear cuando se cayó el calcetín que le había colocado a Rodrigo en la boca y empezó a expulsar espuma y también restos fecales por detrás, provocando un manchadero y un olor terrible.
“Aaaaghh no mames me cayo en la mano!” se quejaba el Chaky mientras el Bimbo se carcajeaba.
Al ver al BImbo burlándose, fue y se limpio la baba de Rodrigo en la manga de la camisa de el Bimbo.
“Eeeh! No mames haste a la verga perro!” le gritaba el Bimbo mientras los dos trataban de contener la carcajada. Jugando como cuando niños. Eso le recordó al Chaky una vez que el mismo pisó caca de perro por accidente y al Bimbo por reírse de él, fue y le dio un pisotón en su tenis.
“Pa’ que te duren perro! Jajaja!” le gritaba el Chaky mientras corría y el Bimbo lo correteaba.
Al terminar con la risa, empezaron a planear la salida.
“Jajaja callate we no hagas ruido, ‘amonos a la verga de aqui antes que vuelva la doñita” dijo el Chaky
“Y si salimos por la ventana?” sugirió el Bimbo.
“No es necesario, yo creo que la señora ya se durmió, aparte estamos en el segundo piso, no seas mamón” dijo el Chaky
“Siempre has sido bien culo pa’ las alturas” se burló el Bimbo
“Avientate tu si quieres, yo salgo por la puerta. Donde te quiebres una pata o algo te voy a llevar pura verga al hospital, ahí te las arreglas tú por pendejo.” le advirtió el Chaky.
El Bimbo abrió la ventana y se asomó para ver qué tan alto estaba. “No pues si está altillo..” pensó, pero ya había abierto la boca, y como era necio, se decidió a salir por ahí.
“Te vas a caer” le decía el Chaky mientras observaba como el Bimbo se las ingeniaba para salir por la ventana.
“Washa, voy a pisar esa barda y de ahí ya nomas me aviento pa’ abajo” le explicaba el Bimbo a su hermano con seguridad.
El plan estaba funcionando acorde a el Bimbo, ya había logrado poner un pie en la barda y el Chaky observaba atento esperando algún error. Cuando de pronto su deseo se cumplió. Justo cuando el Bimbo iba a poner el otro pie en la barda, resbaló y cayó sentado con la barda entre sus piernas. No podía gritar, así que solo soltó un pujido y el Chaky rodaba por el suelo aguantandose la risa mientras el cuerpo sin vida de Rodrigo colgaba del closet. Una vez que terminó de reírse el Chaky se salió del cuarto y salió de la casa por la puerta principal sin hacer ruido. Camino hacia el lado de la casa donde estaba el BImbo en el suelo agarrando aire.
“Aghh no mames” se quejaba el Bimbo con pujidos.
“Jajaja estas bien pendejo, te dije!..” le reclamaba el Chaky “..andale parate wey, ahi traigo un gallo en el carro, ahorita se te calma el dolor.”
De pronto se escuchó un grito de una señora aterrada. El ruido había despertado a la mamá de Rodrigo, y al ir a revisar su cuarto, se había encontrado con la tragedia.
Los dos hermanos se perdieron entre las sombras de la noche y se subieron al carro que habían estacionado 2 calles más adelante. Salieron de la colonia donde vivía Rodrigo, mientras manejaban prenden el cigarro de marihuana. Manejaron hasta un Carls Jr, donde los esperaba otra persona que se llevaría las armas y cambiarían el carro.
“Nomas traigo la .45, pero no la use ahí la volví a meter al clavo.” le dijo el Chaky al Fler.
“Y como se lo fumaron entonces?” preguntó el Fler.
“Puro brazo mijo..” alardeo el Bimbo mientras se palmeaba el brazo.
“..Lo dejamos colgado” continuo el Chaky.
“Jaja a la verga están bien piratas ustedes. Caiganle ustedes vengan conmigo, ella que se lleve la bronca, prende ese gallo que traes ahí a la mitad no te hagas mijoo!” indicó Gonzalo el Fler. Él llevará a el Chaky y al Bimbo a un lugar seguro mientras una amiga de el Fler se encarga de esconder el carro con el arma escondida.
Se fueron fumando todo el camino. Tenían una casa de seguridad cerca de la playa donde se iban y se escondían cada que se ponía caliente el terreno o después de algún evento como este. El negocio de las tienditas y andar ajustando cuentas era más de El Chaky y el Bimbo, pero como todos eran amigos, se apoyaban si el otro ocupaba algo. Esta vez habían acordado con el Fler que él les podía hacer el paro de llevarlos y esconder la bronca. Otras veces era alguno de los demás, pero siempre colaboraban. El Fler tenia muchas amigas y algunas le hacían favores de este tipo por algo de dinero o simplemente por hacerle el favor.
Después de dejarlos en la casa de seguridad, el Fler tenía que volver a otra casa de seguridad donde el Güero y el Mando estaban preparando a un grupo de personas, o “pollos” como se les dice por acá a la gente que viene migrando, para cruzarlos al otro lado. El tío de el Güero, alias Don Rober, era el encargado de ese negocio. Había metido gente por todos los huecos que tenía El Bordo. La ‘puerta grande’ incluida, así es como le llamaban a la garita. Se había convertido en una leyenda por aca por ser generoso y buen traficante. La gente del cartel lo apoyaba porque era derecho y no fallaba con su cuota al mes. Era muy inteligente y con mucha experiencia y lo mejor es que le gustaba enseñar. Les había agarrado cariño y los ayudaba con lo que podía. El tiempo convertiría a Don Rober en un gran maestro de Los Del Barrio.









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